Dentro del triángulo formativo en la educación de los hijos (padres de familia, maestros y alumnos) existen elementos coercitivos que, al fortalecerlos, permiten mejores resultados en los niveles motivacionales hacia el aprendizaje de nuestras futuras generaciones.
Aquí te los decimos
- Establece límites en casa para una mejor educación.
- Tu hijo es quien debe realizar los deberes escolares.
- Destina un tiempo de tu día para conocer las actividades educativas.
- No permitas que permanezca un largo tiempo en los dispositivos electrónicos.
- Supervisa sus perfiles en las redes sociales.
- Enséñale a realizar críticas constructivas
- Muéstrale más cariño en cada momento cercano a él.
Aunque su hijo parezca grande todavía los necesita, ustedes son los primeros educadores y, afortunadamente, es una responsabilidad que no podemos transferir o delegar.
Las medidas coercitivas no deben espantarnos ni terminar como un conflicto con nuestros hijos; a pesar de lo escandaloso de su nombre estas medidas sirven para que nuestros hijos se desarrollen como individuos funcionales, capaces de seguir reglas y entender que toda convivencia humana depende de entenderlas y practicar su uso.