De las relaciones interpersonales que se establecen en la vida, la que se genera entre hermanos es la más larga, convirtiéndose en un punto de referencia para las interacciones futuras, por esta razón, como padres, se debe fomentar la importancia de cuidarla y fortalecerla.
Las relaciones fraternas estrechas favorecen la comunicación con sus pares y son fuente de valores, los niños mejoran su autocontrol y autorregulación a partir de la convivencia con sus hermanos, la que en ocasiones es mayor a la que se tiene con los padres.
Existen diferencias que puedan generar rivalidad, desde la edad, la personalidad y las necesidades particulares; sin embargo, es natural e incluso puede ser beneficioso que se presenten estas situaciones mientras logren resolverlas adecuadamente.
Como padres de familia, existen diferentes acciones que favorecerán la creación de un vínculo positivo:
Evitar comparaciones.
Sin importar si son negativas o positivas, es importante para los niños saber como los ven a ellos, no a través de sus hermanos.
Realizar actividades diferentes.
Con cada uno y respetar su tiempo de convivencia; brindarles momentos para expresarse y hacer cosas de su interés disminuirá el sentido de rivalidad.
Motívalos para que se vean como equipo.
El estar al pendiente del otro, sin importar la edad, creará una complicidad y un lazo entre ellos. Esto puede desarrollarse con juegos o tareas en las que deberán trabajar en conjunto.
Ayúdalos a resolver sus conflictos.
Con comunicación, es importante que como adultos se brinde un modelo adecuado de resolución de conflictos, por lo que será necesario ser mediador, hasta el momento que ellos adquieran las habilidades de negociación, en ese caso ellos deberán ser los que resuelvan sus diferencias.
Es parte de su desarrollo.
Acepta que los conflictos son parte de su relación, convivencia y desarrollo, así como estar dispuesto a escuchar ambos lados del problema, orientando a reconocer el error, pedir disculpas y perdonar, brindando el tiempo que se necesite.
Como padres, lo más importante será entender que, aun siendo hermanos, son personas diferentes, por lo que la manera en la que se expresen y sus necesidades de cada uno serán distintas, el aceptarlo y respetar su individualidad, ayudará al desarrollo de su confianza, tolerancia y la empatía entre ellos.