El control parental es un mecanismo que habilitamos como padres para controlar sitios web, plataformas y servicios de streaming a las que nuestros hijos tienen acceso. A través de este elemento podemos monitorear su historial de navegación, restringir descargas potencialmente peligrosas, bloquear páginas o usuarios que representen un riesgo potencial para ellos y gestionar el tiempo de conexión a ciertos juegos o redes sociales.
El control parental y la sincronización familiar de los dispositivos móviles también permite que nuestros pequeños únicamente tengan acceso a contenido adecuado a su edad. Así funciona en los sistemas de televisión por cable, y en los servicios de streaming como Netflix, Prime Video o Disney+.
Es importante mencionar que motores de búsqueda, como Google, cuentan en su configuración con SafeSearch, que filtrará el contenido explícito de los resultados de Google para las búsquedas; al igual que la app de YouTube, youtubekids.com, que garantiza un acceso seguro a los contenidos de video de la plataforma.
Finalmente, y no por ello menos importante, como padres y educadores debemos ser conscientes de que la navegación en internet permite acceso a cualquier tipo de contenido, pero también a cualquier tipo de personas que, en el anonimato, se pueden esconder para acosar y asediar a los más vulnerables, por lo que una navegación segura y supervisada es fundamental para que nuestros niños disfruten su infancia navegando en ambientes digitales seguros.