Cultivar la resiliencia en niños preescolares les permitirá desarrollarse como seres multidimensionales, aceptando aspectos negativos que pueden rodear su entorno, adaptando las condiciones que potencien vidas fructíferas basadas en el afecto propio con conductas positivas que motiven constantemente sus sentimientos y emociones permitiéndoles, así, expresarse con facilidad ante cualquier situación de su vida cotidiana.
Entre los recursos más importantes con los que cuentan los niños y adolescentes resilientes se encuentra haber vivido experiencias de autoeficacia, autoconfianza y la construcción de una autoimagen positiva, es decir, con autoestima positiva (Branden, 1998; Rodríguez et al., 1998, citado en González Arratia, 2001)
Algunos factores que influyen en la construcción de la resiliencia en los niños son:
- Predicar con el ejemplo, adoptando actitudes de respeto, solidaridad y comprensión con ellos.
- Tener en cuenta las necesidades, dificultades y expectativas de cada niño, ya que son distintas.
- Estimular el desarrollo de las capacidades de escuchar, de expresión verbal y no verbal y de comunicación en general.
- Promover el amor incondicional. Expresar dicho amor verbal y físicamente de manera apropiada a la edad.
- Elogiar los logros y comportamientos deseados.
- Equilibrar las consecuencias o sanciones de errores con cariño y comprensión.
- Guiar en la aceptación de la responsabilidad de sus comportamientos y, al mismo tiempo, promover su confianza y optimismo sobre los resultados deseados.
- Apreciar a cada niño como persona, acompañarlo en sus dificultades y logros.
- Favorecer su capacidad lúdica, la imaginación y la creatividad.
- Permitir la expresión de sentimientos, emociones y sentido del humor.
- Desarrollar las relaciones con otros a través de juegos libres, y en establecimiento de normas y límites.
La resiliencia nos lleva entonces a considerar la necesidad de fortalecer no sólo los recursos individuales, sino los familiares y de la comunidad, pues para una intervención es necesaria la incorporación de la familia, orientando los esfuerzos hacia el estudio de manera integral, dado que la interacción positiva entre el individuo y su ambiente sentarán las bases del comportamiento resiliente.