Cuando los padres se comunican con sus hijos es importante que lo hagan de manera verbal y no verbal; aprender a escuchar realmente es una parte muy importante de la comunicación efectiva. Uno de los mayores deseos de los padres es conocer bien a sus hijos, compartir con ellos sus preocupaciones, sus ilusiones, y lograr que se establezca una confianza mutua que facilite el diálogo.
Mantener una actitud dialogante con los hijos, cuando llegan a la adolescencia, resulta bastante complejo; a esta edad hay que poner en práctica nuevas formas de comunicación, más adecuadas a los intereses de los jóvenes y que les hagan sentir que se les tiene en cuenta y se respetan sus opiniones. En esta etapa los hijos no desean escuchar a sus padres ni contarles lo que les ocurre. Los padres entonces, tienen que emplear sus mejores habilidades comunicativas para no derivar en discusiones y al mismo tiempo crear un clima de apoyo sentimental y de negociación de normas.
Por ello aquí presentamos algunas maneras de comunicarse eficazmente con los hijos:
- Empiece la comunicación efectiva cuando los hijos son pequeños.
- Comuníquese al nivel del niño o adolescente.
- Aprenda realmente a escuchar, es importante demostrar interés.
- Haga preguntas, no interrogatorios.
- Exprese sus ideas y opiniones con sus hijos.
- Planee regularmente “Juntas familiares o tiempo para hablar”. Cada miembro tendrá tiempo para hablar y ser escuchado por los demás.
- Admita cuando usted no sabe algo. Es mucho mejor demostrar a los hijos que los padres son humanos y que no lo saben todo, que inventar alguna respuesta que puede ser falsa.
- Trate de dar explicaciones completas. Es importante que los padres sepan cuanta información necesitan sus hijos y asegurarse de que esta información sea apropiada a la edad de sus hijos.
La comunicación franca y efectiva requiere mucho trabajo y práctica. Lo importante es que nos esforcemos para comunicarnos con nuestros hijos.