Dice la tradición que quien no conoce su pasado está obligado a repetirlo. Una de las principales razones por las que es importante aprender historia en el Instituto Cenca es para evitar cometer los mismos errores que llevaron al desastre a las sociedades en el pasado.
La historia es una ciencia que permite conocer el pasado para entender el presente que vivimos y construir nuestro futuro. Aprender historia despierta la curiosidad. No hay que dejarla de lado porque ayuda a que entendamos mejor los procesos sociales, los inventos o los descubrimientos científicos. Este saber nos resultará más fácil a la hora de inventar o desarrollar cosas nuevas, sin tener que empezar desde el principio.
Es importante que las personas se vinculen con la realidad de su país que les ayude a construir una sociedad mejor. Saber de la actualidad, no es preocuparse solamente de los programas de televisión, las redes sociales o los juegos en red; es buscar en profundidad las razones para explicar la propia identidad, para comprender la moral de la sociedad, para entender a la gente pero, sobre todo, para tener un criterio propio a la hora de analizar las interpretaciones contradictorias que surgen en el día a día.
Algunos teóricos señalan que la historia es como una rueda de molino que siempre vuelve. Conocer nuestra identidad como personas y sociedades y encaminar nuestros pensamientos hacia esa diversidad son las claves para forjarnos un futuro mejor.
Enseñar a nuestros estudiantes los acontecimientos del pasado no es una simple revisión de efemérides, es, ante todo, un proceso que pone a trabajar su mente de forma analítica y crítica; es el empleo del saber para la transformación.