A partir de la situación actual nuestros hijos se han visto limitados en el contacto y convivencia física que les permitía relacionarse sanamente con sus compañeros y amigos, una de las consecuencias de estas limitaciones es el refugio en los videojuegos, los cuales han venido en auxilio de la socialización propia de la edad.
Juegos como Roblox, Fortnite, Among Us, Minecraft, ¡Adopt me!, entre otros muchos, se han convertido en un lugar virtual para crear grupos recurrentes en los que nuestros hijos conviven con sus pares en una normalización de la socialización en el espacio virtual.
Aquí te daremos información y algunas recomendaciones para que los videojuegos sean nuestros aliados:
- Establece horarios: respeta los tiempos de vigilia y sueño, alimentación, educación y recreación, para evitar que alguno le robe tiempo a otro.
- Haz acuerdos con tu hijo: fijen condiciones, horas de inicio y de término; comprométanse a respetarlos.
- Conoce los juegos y sus temáticas: cada juego tiene una clasificación, incluso entre los más parecidos puede existir algo que tú, como padre responsable, deberás conocer antes de permitir que tu hijo acceda al juego. Así que atrévete a jugarlo antes o en caso de que ya lo juegue sé su oponente o compañero, de esta manera el juego ya no será ajeno para ti.
- Monitorea a sus amigos virtuales: la mayoría de los videojuegos actuales tienen partidas en línea, por lo que están abiertos a un público global.
- Define el lugar físico de juegos: coloca la consola de juegos, computadora o tableta en un área común de tu hogar, esto te ayudará a monitorear el tiempo de juego y la socialización de tu hijo con sus amigos virtuales.
Estos consejos nos permitirán usar los videojuegos a nuestro favor, como un refuerzo positivo en un esquema de recompensas; seamos conscientes de sus beneficios, como el desarrollo de funciones psicológicas afectivas, conductuales, cognitivas y sociales, en un contexto limitado y monitoreado.
Ser aliados de aquello que les motiva a nuestros hijos nos permitirá estar más cerca de ellos y evitar los peligros a los que podríamos exponerlos si nos apartáramos o nos fueran indiferentes.